lunes, 30 de marzo de 2015

Wolf´s Love

Capítulo 4

Un rato después de haber estado en el Santuario, Sasha y Phoebe iban hacia el anticuario, después de un pequeño altercado con la manada katagaria que estuvo en el bar. Ambos iban en completo silencio, pero Phoebe iba algo alejada de él, probablemente para evitar que la oliera má. Era mejor así...:

- Oye... -escucho que le llamaba.

- ¿Si? -la miro por encima del hombro

-Antes dijiste que no era necesario... -miro a todos lados, asegurándose de que no la escucharán.- transformarme para que supieran lo que era. ¿Qué quisiste decir?

- Sencillo. Somos muchas y cada quién tiene un olo que lo identifica y nos permite saber de qué especie es. Como por ejemplo: Antes, cuando estuve en tu tienda, supe que eres una lycos, igual que yo. Pero también hay un olor que nos diferencia de los demás.- le explico brevemente.

- ¿Hay más? .-siguió preguntando.

- Si. Digamos que hay un poquito de todo .-respondió sin más, haciendo el paso algo más lento para poder tenerla al lado.

Si, desde ahí podía verla mejor, llevaba el pelo suelto, que le llegaba por la cintura, tenía la cabeza agachada con un leve sonrojo. Seguro que era por lo que le dijo el lobo de antes y eso le hizo pensar en algo, ¿se había puesto celoso? 

// Recuerdo de lo ocurrido\\

-¿Qué quieres decir? -le había preguntado unos segundos después de decirle que no era la única que podía hacer ciertas cosas.

Él se había mantenido callado, sabía que la manada de machos katagarios que estaban cerca de ellos habían olido a la chica y sabían que estaba en celo. No se movió ni dijo nada más que nada para ver si se atrevían a acercarse. Ya que él no tenía una manda y ella parecía que tampoco, eran blancos perfectos para las demás manadas porque se supone que eran débiles o una amenaza.

Uno se levantó, caso error, Sasha vio que se acercaba con paso decidido a la chica. Fue entonces cuando sintió una cosa rara, primero ardió de furia al ver que podía pretender que ella se acostará con él, luego pensó que debía ser porque él la había visto primero y tenía deseos de ser el que ella escogiera:

- Hola, guapa .-la saludó el lobo.

Al mirarla de reojo, vio que la chica se había puesto tensa de la nada. Sería normal si se había enterado de que eran toda una especie de licántropos.

- Ho... Hola .-le devolvió el saludo.

- ¿Qué te parece si te llevo conmigo y lo hacemos toda la noche? -le pregunto sin rodeos, ese tío si sabía tratar bien a las chicas.

Al ver que ella se ponía más tensa y nerviosa que antes, Sasha decidió intervenir:

- Oye, piérdete, chucho. No le interesa .-le dijo sin más, con un mal tono que indicaba su furia. 

- ¿Y quién eres tú, Scooby? Ni que fueras su mami .-le gruñó mirándola a ella.- Deja a este tipo, yo soy mucho mejor que él.

Ahí fue cuando perdió el control y le pegó un puñetazo al katagario, se podría decir que su cuerpo se movió solo. El katagario se transformó y lo atacó, haciendo que la clientela humana comenzará a gritary los osos tuvieran que intervenir, él también se habría transformado, pero aun podía con ese tipo y no le tenía miedo. El resto de la manda fue a por él, quien estaba protegiendo a la chica, e hicieron una pelea que tuvo que acudir la mayoría de los osos. Fue cuando agarró a Phoebe y se la llevó de allí.

//Fin del recuerdo\\

En nada llegaron a la tienda y ella se quedó junto al mostrador, mientras él esperaba pacientemente. Espero un buen rato, hasta que se dio cuenta de que estaba haciendo su trabajo:

- Oye... Se supone que te han robado y te estoy ayudando .-le dijo.

- No necesito ayuda... -respondió ella de forma cortante.

-Claro, es por eso que fuiste a por mí como principal culpable de lo que te paso. Lo has convertido en asunto mío, llévame a tu cuarto .-le exigió

- Un momento, estamos en horario infantil, las cosas para adultos se reservan para la noche .-dijo el anciano que había salido de la trastienda.- ¿Qué te trae de nuevo por aquí, muchacho?

- He venido a ayudar a este perro viejo al que le falla el olfato y va a por el primero que entra en esta tienda para acusarlo de ladrón .-respondió al anciano, cruzando los brazos delante del pecho.

- ¡No soy un perro viejo! -exclamó ella, claramente enfadada.

- Haberlo pensado antes de ir al Santuario a acusarme de culpable de robarte y como no me lleves a tu cuarto para identificar a quién te ha robado, iré por mí mismo, seguro que no me cuesta nada encontrarlo .-la desafió.

Nada más decirlo, vio que se sorprendía y perdía un poco de color, dejando su trabajo para guiarlo a su cuarto. Se detivieron junto a una puerta, pero ella le miraba raro:

- ¿Qué pasa? -le preguntó.

- No te vas a reír de lo que veas, ¿verdad? -pregunto a su vez, ¿qué escondía?

- No, pero no te prometo nada .-respondió sinceramente.

Aun sin estar muy segura, ella abrió la puerta y le dejo pasar. Joder, aquello si que era un desorden, empezó a olisquear la habitación, entonces fue cuando sus hormonas se dispararon de nuevo, otra vez. La habitación estaba impregnada con el olor de ella y un ligero toque a rosas, aquello tendría que ser una tortura, aunque el olor casi inexistente que había le sorprendió y lo dejo paralizado. El olor del humano que había en el katagario, también estaba presente en la habitación...

Phoebe no sabía que esperar de ese chico, desde que había aparecido lo notaba raro con ella, bueno... parecía que intentaba ligar con ella. Abe se acercó para preguntarle, a buenas horas, qué había querido decir Sasha con "perro viejo" y cómo sabía lo que era. Tuvo que estar un buen rato explicándole mientras Sasha seguía buscando un rastro, ella también decidió entrar a su cuarto para oler lo que él, aunque solo notaba un ligero olor a Abe:

- Aquí no hay nada .-dijo después de un rato, empezando a recoger las cosas.

- No es cierto, aquí estuvo alguien que no conoces, es un olor débil, pero está aquí .-le respondió.- Eso demuestra que tu olfato es un poco cutre.

- ¿¡Perdona!? -exclamó muy ofendida, obviamente su olfato era bueno, como el de cualquier lobo.

Vio como él la ignoraba para ayudarla a recoger las cosas, como aun estaba enfadada, pues prefirió ignorarlo y seguir recogiendo tan tranquila. Recogió y dobló la ropa, recogió los libros:

- Jigo... Jiku... Jigoku Soso... Sojo... -le escucho pronunciar textualmente el título de uno de sus mangas.

- Jigoku Shoujo .- le corrigió ella, diciéndolo con la pronunciación correcta, mientras se acercaba para quitarle el tomo que tenía en la mano.

- ¿Esto era lo que no querías que viera? -le preguntó con curiosidad

No puedo evitar sonrojarse, era un hobbie muy inusual, tanto en la raza humana como en la suya... suponía:

- Así que era por eso .-comentó, recogiendo más tomos que había esparcidos por el suelo.- Es un hobbie... peculiar

- N... No los mires si te vas a reír .-dijo ella haciendo además de quitarle los tomos que tenía en la mano.

Él se apartó de ella, evitando que cogiera los cómics eses que había recogido, tampoco era que se iba a reír de sus gustos, pero verla sonrojada le gustaba y, al ser bajita, comenzó a dar saltitos para coger los cómics. Sin saber cómo, piso algo que le hizo tropezar y caer al suelo, arrastrándola con él. La cosa no acababa ahí, no solo había caído tras él, cayó sobre su entrepierna, si hubieran estado desnudos, el roce hubiera sido mejor de lo que era ahora.

 - Lo siento, ¿estás bien? -se disculpó y la miro encima de él, era una visión preciosa

- S...Si, estoy bien .-respondió ella muy sonrojada.

Sasha sabía que estaba así por su culpa, como para no estarlo, la pobre seguro que no había estado con un macho en su vida y debía de ser porque desconocía sus poderes o algo así, pero la escuchaba en su cabeza. Era cierto, no sabía qué hacer, si moverse o no, pegarle o no. Aunque él también estaba una poco sin saber qué hacer, se incorporo un poco, acariciando su mejilla para hacer la mayor locura de su vida, besar a una hembra que no lo había reclamado. Notó que ella, en un principio, se tensaba y luego se relajaba, correspondiendo el beso que él le daba. No pudo evitar gruñir al saborearla, podría volverse adicto fácilmente.

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