martes, 24 de marzo de 2015

Wolf´s Love

Capítulo 3

// Unas horas después de lo sucedido\\ 
Sasha ya estaba caminando de vuelta al Santuario, necesitaba descansar... El viejo lo dejó molido y ya no podía ni con el alma, aunque las vistas de la chica, que aun no tenía muy claro el nombre, era un regalo de los dioses. Aunque estos se empeñaran en joderle a base de bien, en buen día se fue a meter en la guarida de una loba en celo, ¿y cómo había acabado sin suplicarle que le dejará demostrarle de lo que era capaz? "Sencillo, Sasha, fue el sentido común. Fue más listo que tus hormonas y quería ahorrarse una muerte lenta y dolorosa" pensó cuando estaba llegando a la calle Ursulines donde se encontraba el Santuario.

-Sasha .-lo saludó Dev, uno de los osos y, también, uno de los porteros.- ¿Dónde te habías metido, lobo?

- Por aquí, por allá, por todas partes. Aunque sabes que siempre tendré un hueco para venir a molestaros .-le respondió después de un encogimiento de hombros.

El oso se río y le dejo pasar, infomándole que hoy había el especial del local. Agradeciendo mentalmente, se adentró en el local y se dirigió a la barra para pedir una cerveza y el especial, un enorme bistec que a saber qué llevaba, pero le sabía como a ambrosía.Cherife, uno de los hermanos de Dev, concretamente de los cuatrillizos, le trajo la cerveza y, más tarde, el bistec. Estaba hambriento después del día que tuvo, al menos la comida le haría bien. Ya descansaría después, ahora lo importante era comer esa delicia.


- ¿Y qué te pareció? -preguntó Abe cuando estaba preparando la comida

- ¿Que me pareció el qué? -preguntó al mismo tiempo Be

- Ese chico... Sasha, creo que era... ¿qué te pareció?

Be respondió con un encogimiento de hombros, mientras lavaba la verdura para la ensalada de Abe:

- No tengo ninguna opinión... -respondió a su hermano, la verdad era que nunca tenía opinión sobre los demás. La gente siempre se hacía ideas contrarias sobre los demás, eso lo odiaba mucho. 

- Yo creo que alguna tienes que tener, no dejabais de observaros mutuamente. Es bastante guapo...

- Abe... -lo interrumpió, mirándole como si se hubiera vuelto loco

- Solo es una opinión... -se excusó, levantando ambas manos en señal de rendición.

Ella negó varias veces con la cabeza mientras terminaba de limpiar la verdura, en cuando terminó, decidió que no tenía hambre y fue a lavarse las manos para quitarse el olor de la asquerosa verdura de las manos. Nada más entrar al baño, sintió un olor extraño, no le dio importancia, ya que podría ser algún olor que se había adentrado desde la calle, a veces solía pasar. Luego de lavarse las manos, fue a su habitación para retomar su "maratón" de anime y se encontró con algo que la asustó un montón. Alguien había entrado en su habitación y la había desordenado por completo: Todos sus mangas, sus peluches, los libros, el portátil, la tele... todo estaba descolocado o por el suelo. Cosas como esas siempre la asustaban y hacía que se echará a temblar sin control. Quiso llamar a Abe, pero en lugar de llamarlo, le salió un grito que valdría para una película de terror.
Debido a ese grito de terror, Abe apareció como si hubiera sido por arte de magia, antes de que tuviera tiempo de preguntar qué pasaba, se contuvo. Él también vio el desastre que había en su habitación y se agachó para ver si no estaba herida:

- ¿Has visto a alguien? -le pregunto cuando se aseguro de que estaba bien.

Solo pudo responder con una negación hecha con la cabeza.

- Tenemos que llamar a la policía .-dijo muy convencido, mientras se levantaba y la ayudaba a hacer lo mismo, aunque seguía temblando.

- No podemos, Abe, no podemos .-contestó ella rápidamente muy asustada.

- ¿Por qué? Han entrado a robar, ¿qué otra cosa se puede hacer? -volvió a preguntas, algo irritado, se notaba por su acento alemán.

- ¿Y qué dirás? "Hola, ¿policía? Quiero poner una denuncia, han entrado en el cuarto de mi hermana, que curiosamente es un lobo tal vez más vieja que yo, creo que sería bueno que busca..." .-dejo la imitación en el aire cuando se percató de algo importante y entró a toda prisa en el dormitorio.

- ¿Be?

Ella ya no escuchó a su hermano, estaba ocupada buscando las carpetas que se supone que guardaba a buen recaudo, una era la "investigación" que estaba haciendo sobre sí misma para descubrir su orígenes y la otra contenía lo poco que sabía del campo de concentración donde había nacido Abe para que pudiera saber de sus orígenes. A parte de los mangas, que parecía que estaban todos, eses carpetas eran como su vida entera, había pasado años, décadas investigando y buscando. Solo consiguió encontrar una de las carpetas debajo de un montón de ropa, era la de Abe, estaba abierta  y los papeles estaban en buen orden, pero se notaba que los habían ojeado. Al solo pensar que alguien... no, ella sabía quién había sido y pensaba darle una buena paliza hasta que confesará:

- Abe... ¿Sasha te dijo algo sobre a qué se dedicaba o dónde vive? -lre preguntó, preocurando que no viera la carpeta o las hojas que ocultaba.

- Creo que mencionó algo de que trabajaba en un bar conocido que está en Ursulines, el Santuario... -respondió aunque no parecía muy convencido del todo.

Ocultó la información de nuevo en su carpeta correspondiente y la escondió en un cajón al azar, luego salió de la habitación, pidiéndole a Abe que ni se le ocurriera entrar hasta que regresará. Salió de casa y se dirigió al bar que le había dicho abe para ir a regañar a ese tal Sasha, no tenía derecho a entrar en su habitación y tirar por la borda todo el trabajo de su vida solo porque el señorito no parecía tener mucho interés en hacer su propia investigación. Pues se iba a enterar, no solo porque hubiera cotilleado la investigación sobre ella, si no porque había cotilleado en la de Abe también y como usará esa información para utilizarla... ese tipo era hombre muerto.

//En el Santuario\\
Sasha ni había tenido tiempo de comer el bistec especial del local, Margie lo había llamdo para que viera una cosa en la consulta. Para la próxima debería ponerse como un lobo rabioso, a lo mejor así conseguía comer esa delicia.
Al menos eso fue lo que pensó hasta que MArgie le mostró a un tigre siberiano que estaba acostado en una de las camillas, a su lado estaba Carson, el veterinario y médico del Santuario, que lo estaba examinando.

- Espero que esto merezca la pena, he dejado a un suculento bistec ahí abajo y me gustaría volver para comérmelo .-comentó mientras veía al katagario, solo estaba inconsciente.

- Esto es mucho más grave de lo que parece, ¿recuerdas al litarian de hace un par de años? -le preguntó Carson

¿Si se acordaba? Había sido todo un espectáculo, todo el mundo katagario estaba con el temor de encontrarse a una tessera que los privara de sus poderes con un simple disparo de una pistola. 

- Claro que lo recuerdo, ¿por qué?

- Porque este katagario ha sufrido lo mismo que Jake, no podemos comunicarnos con él y tampoco puede adoptar su forma humana. Hemos tenido que sedarlo de lo nervioso que estaba... Por todos los dioses, solo es un cachorro .-le explicó Carson

Sasha se acercó para poder oloer al felino y descubrir quién le había dicho eso, con un poco de suerte podrían atrapar a los que aun tenían lo que la pareja de Fury, Lia, había llamado "Pulso". Un arma creada por un arcadio en el futuro y que enviaba pulsos eléctricos por todo el cuerpo de la víctima, quitándole todos los poderes y atrapándolo en su forma original. Pero en ese tigre había algo raro, no olía a ningún arcadio de ninguna especie, olía a.. humano, completamente humano. ¿Qué coño significaba eso? Era imposible que un humano hubiera conseguido hacerse con el Pulso y menos si no sabían de su existencia, bueno, solo un grupo reducido.

- ¿Qué pasa? -pregunto Carson después de un rato

- Esto es muy raro... Este tipo huele a humano, completamente, no hay ningún otro olor en él.- respondió con un tono algo preocupado, había armas de esas pululando por ahí y lo peor de todo es que podía tocarle a cualquiera...

- ¿qué significa esto? Creía que habían atrapado al creador de ese arma y que habían destruido todas las armas .-dijo el halcón, Carson, muy confuso.

Él tampoco lo entendía, lo único que se le ocurría era que tenían que avisar al Omegrion para que estuvieran alerta de lo que estaba pasando. No podían permitir que todos los suyos volvieran a sentir el miedo que habían pasado hace unos años, tampoco podían permitir que se descubriera de su existencia. No quería ni pensar en lo que pasaría si todos los humanos se enterarán de que convivían con animales, seguro que se montaría un espectáculo peor que cuando el mundo se estaba acabando en el 2011. Estarían en peligro, todos ellos.

- Em... Chicos.- dijo Margie desde el otro lado, donde se emplazaba el despacho de Carson.- Dev acaba de decire que te están buscando, Sasha, creo que ha dicho que es una chica y que quiere que bajes ahora mismo- ¿En qué lío te has metido esta vez?- pregunto con mirada pícara.

Eso le dejo extrañado, ¿una chica le estbaa buscando? Que él recordará no se había acostado con nadie... Con la curiosidad en el cuerpo, bajo al bar y se detuvo en la puerta de la cocina, observando a la clientela humana, arcadia y katagaria que estaba allí. No vio a nadie que le resultara familiar, salvo los clientes habituales de los osos,eso pensaba hasta que se fijo en la chica que hacía unas horas le había vuelto loco. Phoebe había ido a verle y lo primero que se le paso por la cabeza fue que había ido porque le había elegido como compañero de noche, aunque ese pensamiento lo abandonó cuando se fijo que en su cara no había ningún indicio de necesidad o algo por el estilo. Parecía enfadada con él por algo que se le escapaba:

- ¿Dónde la escondiste?- preguntó en cuanto se acercó a él, haciendo que estuviera más confundido.

- ¿Dónde he escondido el qué?- le preguntó para que le echará una mano y descubrir de qué estaba hablando.

- No te hagas el tonto, has entrado a mi cuarto y lo has revuelto todo para robarme algo importante, dime dónde está.

- Yo no he entrado a ningún sitio y menos a tu cuarto.- respondió cruzándose de brazos, se había vuelto loca.- Bien has visto dónde he estado las últimas horas, ¿cómo podría haber estado en tu tienda y a la vez ir a fisgonear a tu cuarto?

- seguro que tienes algún cómplice, pero para que te quede claro, machote.- le dijo, pinchándole con un dedo en el pecho.- Sé lo que eres y me da igual los motivos que tengas para acecharme, pero como no me devuelvas lo que es mío o le hagas daño a Abe, no dudaré en hacer que lo pases mal y de la peor de las formas que puedas imaginarte.

Seguía sin entender de qué estaba hablando, la estaba mirando muy sorprendido, menos mal que no podía ver que le había disparado las hormonas de nuevo. Solo podía mirarla mientras seguía pinchándole en el pecho, solo el contacto hacia que fuera mejor que cualquier cosa. De la nada se le paso otra pregunta por la cabeza, si el contacto era bueno... besarla y pasar la noche con ella sería aun mejor que eso, muchísimo mejor:

- ¿Me estás escuchando?- le gruño por lo bajo

- Claro, pero hay algo que se te escapa- le dijo, después de superar a las hormonas de nuevo

- ¿El qué? No ha podido ser otra persona...

- TE equivocas, si hubiera sido yo, lo habrías olido, no eres la única que sabe un secreto. Ahora mismo todos aquí saben lo que eres y no han tenido que verte transformarte para eso, bueno, salvo los humano. Pero no te molestaste en memorizar el olor que había en tu habitación para descubrir al verdadero culpable y para demostrarte que yo estoy limpio en todo el asunto, te ayudaré- le explico para ver como su hermoso resotro cambiaba la expresión enfadada por una de confusión y luego, sorpresa.

- ¿Q-Qué quieres decir?- le preguntó ella al percatarse de que todos los seres sobrenaturales que estaban en el local sabían lo que era, sobretodo la manada de katagarios lycos como él que no paraban de mirar a la chica.

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