domingo, 28 de junio de 2015

Wolf´s Love

Capítulo 8

Abraham estaba en el apartamento de su hija, Sasha había hablado con él hacía ya un buen rato y la llamada le había dejado preocupado. No era la primera vez que dejaba sola a Phoebe, siempre se había cuidado bien sola, pero había algo en las palabras de Sasha que no encajaba del todo. Algo había pasado y no se lo decía, pero... ¿El qué?
Se acercó a la ventana y vio algo más extraño aun que la llamada de Sasha, hacía dos días que había un coche sospechoso aparcado enfrente del apartamento, era demasiado raro la cosa como para ser una coincidencia. El coche paraba en ese mismo sitio cada mañana y no sabía cuando se iba por la noche, quizás estaba obsesionándose, pero tenía un mal presentimiento y algo iba a pasar.

- ¿Papá? -le llamó su hijo, quitándolo de sus pensamientos.

- Dime, hija -se giro mientras a la puerta. 

Su hija, tan parecida a su madre, estaba junto a la puerta. Su respiración era alterada y dado su grado de sudor, la mano en su vientre, diría que había llegado el momento. Hacía mucho que no conducía, su yerno estaba trabajando y no había tiempo de que llegará si estaba en la otra punta de la ciudad.
Cogió las llaves del coche, el abrigo y llevo a su hija y nieto al garaje del edificio. Arrancó el coche y fue directo al hospital, había pasado algún tiempo desde que había vivido en New York y las cosas habían cambiado mucho desde entonces. Había atascos por todas partes y no solo eso, el coche les estaba siguiendo. ¿Por qué le seguía ese coche?

Sasha acababa de descubrir que no era un eunuco, no sabía si decir que había sido una de las mejores noches de lo que tenía de vida desde que había llegado a la madurez, pero por una vez le gustaba ver a be dormida y pegada a él. Le costaba mantener la forma humana por el cansancio, pero tenía sus poderes recargados y quería seguir viéndola dormir. Aunque no pudo aguantar más y se transformó, aun en esa forma podía seguir sintiendo su abrazo, su pata encima de él, iba a quedarse dormido cuando alguien llamó a la puerta, se aseguró de que Phoebe seguía durmiendo antes de abrir la puerta. Al abrirla se sorprendió al ver a la última persona que querría ver, Vane Kattalakis, algo estaba pasando para que el representante de los Arcadio Lykos del Omegrion estuviera delante de su puerta. 

- ¿Qué pasa, Vane? -preguntó con el ceño fruncido.

- Tengo que hacerle unas preguntas a tu amiga... y a ti -respondió el arcadio, cruzando los brazos por delante del pecho.

- ¿Qué clase de preguntas? -volvió a preguntar.

- Tú despiértala y nos vemos abajo en diez minutos -fue lo único que dijo antes de desaparecer.

Se pasó la mano por el cabello, creía que no tenía que pensar mucho para descubrir de lo que quería hablar Vane, seguramente quería hablar del secuestro de Phoebe. Volvió a la cama para despertarla, no le apetecía mucho hacerlo, era muy guapa dormida; pero cuando uno u varios miembros del Omegrion decidían organizar una reunión o juicio, había que acudir.

- Be... -la llamó.- Be, despierta

"¿Qué pasa?" le preguntó telepaticamente cuando se despertó.

- Tenemos que ir abajo, los dos -le explico.

"¿Por qué?" volvió a preguntar, incorporándose para mirarlo y ponerle cara de cachorro.

No le hacía falta preguntarle por qué ponía esa cara, sabía por esa mirada que tenía ganas de seguir durmiendo. aun así consiguió convencerla para que se transformara y pudiera darle un abrazo y un beso, acurrucándose junto a él. Después de más de diez minutos, en los uqe seguro que Vane había perdido la paciencia, bajaron a la casa Peltier para encontrar a Vane, mamá Oso y Savitar en la sala de estar. Si Savitar estaba metido en aquello, la cosa debía de ser muy grave.

- ¿Qué está pasando? -preguntó Sasha una vez que llegaron abajo.

- Lo que pasa es que hay un grupo de humanos que quieren capturar a todo arcadio o katagario que encuentren y parece que vosotros dos, o al menos tu novia, podríais decirnos un porqué -comentó Savitar con un tono de mal humor que no presagiaba nada bueno.

Sasha miró a Phoebe que tenía cara de susto, ella parecía saber más del asunto. ¿Por qué si no un grupo de humanos iban a perseguirla?

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