sábado, 23 de noviembre de 2013

Amor Oscuro

Capítulo 13 

- Phoebe, ¿no te parece que la nueva está muy buena?¿Crees que podría intentar...?

- Quieres callarte, intento entender lo que está diciendo el profesor. Si me estás hablando no me puedo concentrar.

- Venga ya, como si lo que está explicando te interesará. 

- A mi por lo menos me interesa. Y ahora o te callas o de lo contrario seguiré sin hablarte, sé que te irrita que no te hable. 

Phoebe y Kiba se habían pasado media clase hablando telepáticamente, parecía ser que Phoebe había descubierto un punto sensible de Kiba. Desde la última vez que se vieron, en el tiempo que no lo vio le había estado hablando igual a como estaban hablando ahora, de forma telepática, ella le había ignorado algunas veces, pero cuando no lo hacía se ponían a hablar como si estuvieran cara a cara. No entendía porque en algunas ocasiones le resultaba tan agradable su compañía, quería matar a Aquerón y en cambio se mostraba muy amigable con ella. "No pienses más en eso y céntrate en la clase" se regañó a si misma, para ella Kiba era un enemigo al que tenía que eliminar si se atrevía a ponerle la mano encima tanto a Aquerón como a cualquier otra persona. Por muy agradable y reconfortante que fuera su compañía no podía haber ni amistad ni ninguna otra cosa, "las emociones son traicioneras en una batalla" eso era lo que le había dicho Takeshi en una ocasión. De aquella era muy pequeña como para entender la filosofía del ctonico samurai y el día que cazo a su primer daimon lo entendió, estaba tan asustada, si no hubiera sido porque su padre estaba con ella, entonces no lo hubiera contado, pero ahora era diferente, tenía a un semidios en la misma clase con ansias de venganza contra el único hermano que le quedaba en el mundo. 

Luego de las clases, Kiba volvió a seguirla otra vez. Eso la irritaba, no entendía porque la tenía que seguir, siempre detrás de ella como si fuera su guardaespaldas o algo:

- ¿Por qué me sigues? - le pregunto

- Porque me preocupa tu seguridad. Una mujer no puede andar sola por la calle con los peligros que la acechan.

- No estamos ni en la Antigua Grecia, ni en Roma y mucho menos en la Atlántida. El presente es muy diferente del pasado.

- Eso según tú, que conste que me he informado bien. ¿Acaso sabes la de gente indeseable que campa a sus anchas por el mundo? Y también recordemos que he escuchado las conversaciones de los chicos de clase.

- ¿Y que tiene que ver eso con los indeseables que hay por el mundo?

- ¿No los has escuchado nunca en clase?

- ¿Escuchar el qué? - pregunto intrigada.- Lo único que escucho en clase son sus pensamientos de lo que harán el fin de semana o de lo que sucedió el anterior, los nuevos partidos y esas cosas. ¿Qué tendría que escuchar?

- Nada, no tendrías que escuchar nada. -dijo Kiba en tono misterioso.

- Pues ahora quiero saberlo, ¿qué dicen?

- No dicen nada, no pienses en eso.

De repente, ella recordó algo, nunca se le habría pasado por la cabeza invitar a un enemigo a su cumpleaños, pero tenía que vigilarlo.

- Por cierto, el sábado celebro mi cumpleaños... si quieres venir. -le dijo

- Eres inmortal, ¿por qué darle importancia a ese día?

- Porque mis amigos son mortales, quiero pasar mucho tiempo con ellos

- Si eso te hace feliz, iré -dijo de repente él- ¿Dónde se celebrará?

- En la calle y en mi casa

- ¿En la calle?

-Si, vamos a ir a la fiesta de Halloween del SAntuario y luego se quedaran a dormir en mi casa... tendrás que venir disfrazado.

- ¡Ni hablar! Iré, pero no pienso disfrazarme.

- Tampoco era obligatorio...

Kiba sonrió muy a su pesar, no se esperaba que lo invitará a su fiesta de cumpleaños, aunque prefería que le propusiera pasar la noche con ella. Solos. Se le ocurrían muchas cosas, además que se estaba excitando... mucho.

- Kiba...

- Dime

- Deja de pensar esas cosas, no voy a dejar que me toques

- ¿Y qué he pensado?


En Kalosis, Stryker estaba algo molesto, no había ningún avance por parte de Kiba, estaba empezando a estresarse y a impancientasrse.

- Parece que estás algo aburrido por aquí... Stryker.... -dijo una voz riéndose, el daimon conocía bien esa voz.

- Loki...

El dios del engaño se apareció delante de él y se paseo como si el lugar fuera suyo. Ese dios asgardiano le caía como una patada en el culo, pero de vez en cuando sus "travesuras" eran de ayuda.

- ¿Acaso esperas que ese... "dios" te ayude a matarlo? ¿En serio? Jamás imaginaría que caerías tan bajo.

- ¿A qué te refieres? Y sueltalo de una vez... sabes que contigo no tengo paciencia

-Vamos, fíjate bien... Todavía es un crío... y ya sabemos lo que pasa cuando un niño comienza a tener curiosidad en algo... sobre todo un dios.

- ¿Me estás diciendo lo que creo que estás diciendo?

- Los siglos hacen que te vuelvas más tonto y tengas Alzehimer, claro que te digo lo que estás creyente.

Strykler saco la espada y apunto al dios asgardiano al cuello:

- Tranquilo, Stryker.

-¿Por qué estás aquí, Loki?

- Me aburría y vi a esos tortolitos poniéndose ojitos y decidí venir a echarte una mano

- ¿Una mano o a joder las cosas?


En Nueva Orleans, Tyler caminaba de vuelta hacia el Santuario, la próxima vez que viera a Ashley la de cosas que le haría... estaba empezando a saborear el momento. Solo tenía que esperar:

- Por fin te encontramos... Tyler...

Tyler se dio la vuelta rápidamente y vio a un grupo de hombres que conocía perfectamente.

- Camus...

- Veo que nos recuerdas - dijo el líder caminando alrededor de Tyler.- Hemos estado buscándote desde que no volviste con la manada... cobarde

- No soy ningún cobarde -gruño Tyler, observando los movimientos del hombre

- Eso díselo a Tifa -grito Camus.- La abandonaste y la dejaste morir, debes aceptar el castigo.

- Para que lo sepas, Camus, yo también la quería

Camus se transformo en un gran lobo negro y atacó a Tyler, mordiéndole en un brazo. Tyler también se transformo y se lo quito de encima, no quería pelear, pero no le quedaba más remedio. La lucha se prolongo y Tyler iba perdiendo, nunca se le había dado bien pelear. No entendía porque pero se estaba acordando de Ashley en ese momento y no solo eso, se había visto a si mismo con ella. Camus noto su distracción y fue a por su cuello, sujetándolo bien fuerte para que no escapará.
Tyler sentía como su vida se iba apagando poco a poco, iba a morir... acordándose de Ashley. Odiaba la idea de emparejarse, pero en ese momento no parecía tan mala idea. Su vista se fue apagando y su corazón latía más lento, fue en ese momento cuando estaba realmente débil cuando Camus lo soltó. Lo dejo tirado en el suelo mientras se desangraba, entonces Tyler recobró la forma humana. Con las últimas fuerzas que le quedaban, miró su mano, admirando la marca que le había emparejado con Ashley... al menos ella se libraría de tener que aguantarle.


Ashley estaba caminando por la calle cuando noto un extraño dolor en la mano que tenía marcada, poco a poco la marca estaba desapareciendo... cuando le apareció le había dado tal importancia que no se habia acordado de preguntarle a Phoebe sobre el tema, ella entendía de esas cosas, pero al ver que la marca estaba desapareciendo iba perdiendo su importancia. Pero quería saber que significaba, le saco una foto antes de que desapareciera del todo y ya perdió importancia. La marca había desaparecido, pero ella no sabía que había perdido.

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